Conversaciones con mi padre
La curiosad como fuente de riqueza mental
Durante toda tu vida vas siendo adoctrinado en la creencia de que el dinero es la única riqueza que existe.
No me malinterpretes, la riqueza financiera es importante (y mucho). Pero muchas veces nos olvidamos de otros tipos de riqueza, que están ahí y que impactan por igual en tu vida.
Desde que me fui a estudiar a Madrid con 18 años tengo la costumbre de llamar a mi padre, casi cada día cuando salía de la universidad o cuando salgo ahora del trabajo. No nos contamos necesariamente como va el día, ni todas las conversaciones tienen mucha importancia, pero si que de vez en cuando nos da por tener una conversación profunda acerca de algún tema específico.
Esta semana le estaba contando que terminé de leerme el libro de los 5 tipos de riqueza (The 5 Types of Wealth) de Sahil Bloom. Sahil te habla de cómo durante toda tu vida te enseñan que el tipo de riqueza más importante es el tener dinero. Trabajar largas horas para poder comprarte todo tipo de lujos era la definición de éxito. En su libro, Sahil te cuenta que sí, la riqueza financiera es muy importante, pero la riqueza de tu vida la va a definir todo lo demás. Hace hincapié en cinco tipos de riqueza:
Riqueza financiera, la que todos conocemos
Riqueza de tiempo, como aprovechar el tiempo al máximo y centrarnos en lo que de verdad importa
Riqueza social, como crear vínculos más profundos
Riqueza física, maximizar tu salud y vitalidad
Riqueza mental, la curiosidad como mecanismo para un crecimiento continuo
Aunque nunca te hayas planteado estos puntos como riqueza, creo que sabes por donde van los tiros. Me llamó especialmente la atención la riqueza mental.
¿Qué te diría tu yo de 10 años si te viera hoy?
Con esta pregunta empieza el bloque de la riqueza mental. ¿Te da que pensar?
Le contaba a mi padre la historia que Sahil escribe al principio:
Un hombre de 90 años se sentó en la primera fila de una clase universitaria y sacó su cuaderno.
Cuando la clase empezó, escuchó atentamente, tomó notas e incluso hizo preguntas al profesor. Este hombre se llamaba Hank Behar, un hombre que no era particularmente famoso, ni rico, ni poderoso, si no más bien ordinario.
En su 90 cumpleaños, su mujer le preguntó que quería de regalo. Aunque esta se esperaba que pidiera unas vacaciones bonitas, Hank le dijo: “Siempre he querido ver que hacen esos genios en Harvard. Me gustaría pasar el día allí”. Así que llegado el día, Hank se levantó temprano, se puso sus mejores galas y se fue a pasar el día a la Universidad de Harvard. Y allí estuvo él, un hombre de 90 años sentado en la primera fila de una clase de astronomía, rodeado de los mejores chicos de 18 años del mundo.
Imaginarte esto debería sacarte una sonrisa. Pero esta historia va mucho más allá que una simple tierna historia. Esta historia tiene un significado mucho más profundo, ya que nos da una lección de cómo vivir una vida más sana y plena: la importancia de la curiosidad.
La curiosad es la fuente de la riqueza mental. Hablaba con mi padre de lo complicado que fue para él cuando se jubiló. Mi hermana y yo crecimos con historietas (historias de ayer y hoy, como decíamos) que nos contaba mi padre acerca de sus millones de trabajos desde que tenía uso de razón. No sé hasta que punto todo es cierto (mi padre tiene facilidad como cuentacuentos, y quizás por eso estoy yo aquí escribiendo), pero si un 50% de lo que nos contaba era verdad, mi padre era una persona que, por una razón o por otra, era bastante curiosa y su mente estaba en continuo funcionamiento. Sin embargo, llegó el momento de su jubilación, de relajarse y de dejar de pensar. ¿Y qué pasó? Se marchitó de golpe.
De esto ya hace unos años y damos gracias de que ha vuelto ya en sí. ¿Cuál fue la razón de este deterioro? Sin duda, el dejar la curiosidad de lado, el dejar que se apague ese niño interior en búsqueda de esa curiosad desinhibida. Los niños (cada vez tengo que tener más ojos puestos en Manuela) persiguen todo con ojos super abiertos y sin filtro. Esa novedad acerca de las maravillas del mundo es una chispa difícil de contener. La curiosad es la herramienta con la que aprendemos de pequeños, y con la que seguimos vivos cuando nos hacemos mayores.
La curiosidad nos mantiene más felices, más sanos y más llenos. La riqueza mental es construir a partir de los cimientos de la curiosidad, que nos anima a buscar, explorar, cuestionar y aprender. Es a través de la curiosidad como sigues el camino de vivir tu propósito y desbloquear nuevas maneras de crecer.
Esto no tiene nada que ver con carpe diem, tempus fugit o cosas de estas raras que la gente se tatúa (no juzgamos). No, esto va de que no dejes de aprender, no dejes de hacer las cosas que quieres hacer en la vida y no dejes de desafiarte a ti mismo en salir de tu zona de confort. Esto no quiere decir que la vida se acaba y tienes que vivir todo deprisa, si no todo lo contrario: la vida es larga, pero tienes que asegurarte que la vives plenamente.
Mi padre bromeaba con que nunca se hubiera imaginado que iba a tener esta reflexión con un hijo que siempre estuvo más centrado en llevar ropa de marca, botas de fútbol de último modelo (aunque era malísimo jugando) o quemar el dinero que me daba. Pero ahí estabamos los dos, hablando de cómo mi padre estaba reconectando con su yo de 10 años y de cómo mira al futuro con ojos bien abiertos y con ganas de disfrutar de la vida.
No llegues a tener 80 años y te preguntes, ¿qué acaba de pasar? ¿a dónde ha ido mi vida? Sé como Hank (o cómo espero que siga mi padre), continúa aprendiendo, continúa viviendo la vida plenamente, continúa haciendo cosas que te llenen y que te sirvan de desafío y no dejes que se apague la chispa de tu yo de 10 años.
Aunque bueno, a mi padre no le ha gustado nada mi siguiente objetivo (me he pasado con la curiosidad), pero esto me da para otro post.
Hasta el lunes que viene.
Nico
Me ha encantado esta reflexión! Es cierto que la vida no solo trata de la riqueza financiera, pero, que importante es el ejercicio del niño interior para darte cuenta de que ese niño curioso sigue ahí esperando a que lo escuchemos y que pueda explorar! (Es de hecho el ejercicio que más utilizo en mi día día cuando estoy frustrado y darme cuenta de todo lo que he logrado o como dices tú de tu riqueza real)
Sería increíble si recomendases libros o creases un book club de morningrunthoughts como Dua Lipa con service95 😚